Te doy mi palabra

La historia de Te doy mi palabra transcurre en Madrid, donde Isabel buscará, sin cesar, su lugar en el mundo, llegando a convertirse en una obsesión. Las personas que la rodean, su padre, su abuela, sus amigas, sus vecinos, sus compañeros de la cafetería… intentarán comprender la forma tan especial y distinta que tiene Isabel de entender la vida desde que era una niña. Esa búsqueda de sus raíces, de encajar en un universo que no entiende, la lleva a enfrentarse abiertamente con él e incluso con ella misma. Para conseguir el equilibrio necesario para sobrevivir, usará todo y a todos los que tiene alrededor, por lo que llegará a decir que «algo malo se ciñe a mi alma». Quedará patente su relación con la persona que mejor la ha comprendido y gracias a la cual ha podido salir adelante: Vera, su abuela materna. Te doy mi palabra aborda la vida en España en unos años en los que recibió la visita de Eisenhower, se adquirieron los primeros electrodomésticos y los espectáculos televisados se hacían hueco en las casas de la época y, ya en la década de los ochenta, enfermedades como el Sida darían al traste, por un tiempo, con la convivencia, produciendo un gran impacto social.